Arcano Mayor XVI, La Torre

La Torre, representada por el Arcano Mayor número XVI en el Tarot, es una carta que evoca la destrucción, la crisis y el cambio repentino. Esta figura simboliza la necesidad de derribar estructuras obsoletas y falsas creencias para permitir un renacimiento y un nuevo comienzo.

En términos simbólicos, La Torre suele representarse como una torre en llamas, siendo golpeada por un rayo, con personas cayendo al vacío. Esta imagen dramática representa la destrucción repentina de las estructuras existentes y la liberación de la verdad oculta. A menudo hay una corona en la parte superior de la torre, simbolizando la caída de las autoridades establecidas y el fin de un reinado.

La presencia de La Torre en una lectura de Tarot sugiere la necesidad de enfrentar una crisis o un cambio repentino en la vida del consultante. Esta carta nos recuerda que a veces es necesario que las viejas estructuras se derrumben para que podamos reconstruir algo mejor y más fuerte en su lugar. También puede indicar la necesidad de liberarnos de creencias limitantes para permitir un renacimiento y un nuevo comienzo.

A nivel psicológico, La Torre nos habla de la importancia de enfrentar nuestras propias verdades y liberarnos de las ilusiones que nos mantienen atrapados en el pasado; o bien nos lleva a conectarnos con nuestra espiritualidad (no quiere decir seguir las religiones), a ser más amorosos con los demás, a incluir al otro, diferente a nosotros, a ser más tolerantes y asertivos. Nos recuerda que el cambio y la transformación pueden ser dolorosos, pero también son necesarios para nuestro crecimiento y evolución personal. También nos insta a aceptar la incertidumbre y a confiar en el proceso de cambio para llevarnos hacia un lugar mejor.

Arcano Activo (1+6=7)

En resumen, La Torre en el Tarot es una carta que nos recuerda la inevitabilidad del cambio y la necesidad de enfrentar las crisis con valentía y determinación. Nos invita a derribar las estructuras obsoletas y las falsas creencias para permitir un renacimiento y un nuevo comienzo. Es una carta poderosa que nos recuerda que a veces es necesario que las viejas estructuras se derrumben para que podamos construir algo mejor en su lugar.

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