Jung y El Tarot

Carl Gustav Jung y el Tarot

Lo que niegas, te somete. Lo que aceptas, te transforma.

Carl Gustav Jung

Jung estaba profundamente interesado en el concepto del «Viaje del Héroe«, una narrativa que se repite a lo largo de la historia y mitología de la humanidad. Este término lo acuñó el antropólogo Joseph Campbell para definir el modelo básico de muchos relatos épicos de todo el mundo. Estos relatos seguían un mismo patrón o esquema narrativo con independencia de su procedencia cultural y época.

Jung, al explorar las cartas del Tarot, percibía la posibilidad de trazar el viaje arquetípico del héroe, que se inicia desde el comienzo del viaje hasta la iluminación y la autorrealización. Este viaje simboliza la creación del estado de consciencia. Cada ser desde el nacimiento va creando su estado de consciencia, según va avanzando su vida y va tomando decisiones, va profundizando en la toma de consciencia sobre su ser.

Sincronicidad (sin-, del griego συν-, unión, y χρόνος, tiempo) es el término elegido por Carl Gustav Jung para aludir a «la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido, pero de manera acausal». «Así pues, emplearé el concepto general de sincronicidad en el sentido especial de una coincidencia temporal de dos o más sucesos relacionados entre sí de una manera no causal, cuyo contenido significativo sea igual o similar». Para evitarse malentendidos «lo diferenciaré del término sincronismo, que constituye la mera simultaneidad de dos sucesos».

Para Jung, el término «sincronicidad» representaba la interconexión significativa entre los eventos internos y externos. Al aplicar este concepto al Tarot, sugirió que la elección de las cartas en una lectura no era simplemente casualidad, sino una manifestación de la sincronicidad, revelando una conexión significativa entre la mente del consultante y las energías cósmicas. La sincronicidad viene a mostrar la conexión entre el interior y el exterior.

Jung destacó la importancia de integrar los opuestos dentro de la psique para lograr la individuación, un proceso de desarrollo personal y crecimiento. En el Tarot, observó cómo ciertas cartas representan polaridades, como el sol y la luna, la paciencia y el ímpetu. La interpretación de estas cartas se convierte en una danza arquetípica para reconciliar los contrarios internos que todos tenemos en nuestro interior.

Jung no veía el Tarot como una herramienta adivinatoria, sino algo mucho más profundo, un medio para la autoexploración y el autodescubrimiento. Al sumergirse en las cartas, creía que el consultante podría abrir las puertas de su inconsciente, revelando aspectos ocultos de sí mismo. Este proceso terapéutico permitía la integración de partes olvidadas o reprimidas de la psique. Por tanto, el tarot viene a conectarnos con esas partes oscuras que todos reprimimos para sacarlas a la luz y ser más conscientes de quienes somos y, desde ahí, ir creando la vida que deseamos.

Al analizar cartas específicas, como el Ermitaño o la Emperatriz, Jung identificó arquetipos que representaban aspectos fundamentales de la experiencia humana. Estos arquetipos, al ser reconocidos y trabajados conscientemente, podrían desencadenar procesos de transformación personal. Por ejemplo, la Emperatriz simboliza la fertilidad y la creatividad, alentando al consultante a explorar y nutrir sus propias capacidades creativas.

Jung promovió la práctica de la «imaginación activa» como un medio para conectarse con el inconsciente. En el contexto del Tarot, esto implica sumergirse en las imágenes de las cartas, permitiendo que la mente imagine historias, diálogos o escenarios. Esta práctica no solo estimula la creatividad, sino que además facilita la comunicación directa con el inconsciente.

En resumen, la visión de Jung sobre el Tarot ofrece una perspectiva única y profunda. Estas cartas, lejos de ser simples instrumentos adivinatorios, se convierten en portales que nos llevan a las profundidades del inconsciente colectivo. Al explorar el Tarot a través de los ojos de Jung, nos embarcamos en un viaje de autodescubrimiento, reconciliación de opuestos y desarrollo personal que va más allá de las predicciones para adentrarse en el vasto paisaje de la psique humana.

El viaje del Héroe en el Tarot: clarito, clarito

Estructura del Viaje del Héroe: desafíos, descubrimientos y crecimiento personal

  1. El Mundo cotidiano; 2. La Llamada a la Aventura; 3. La negativa del Llamado; Encuentro con el Mentor; 5. Cruzando el Umbral; 6. Pruebas, Aliados y Enemigos; 7. La Revelación; 8. Transformación; 9. El Camino de Regreso; 10. La Resurrección; 11. El Tesoro; 12. La Celebración.

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